sábado, 26 de julio de 2025

Un encuentro y panel de expertos sobre el Ucumar buscó poner en valor el patrimonio cultural de Metán en torno a los mitos y leyendas de la comunidad local con énfasis en la gestión del patrimonio por parte de la misma comunidad.

Fue en la Casa de la Cultura de Metán y contó con la participación de medio centenar de personas por la tarde noche. Estuvo organizado por el Grupo Ucumar, con apoyo de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Metán. Culminó con un asado de fraternidad en la casa de la profesora y gestora cultural Nadina Toledo.

Durante la mañana, los organizadores e invitados al panel visitaron las ruinas de la antigua ciudad de Esteco, en el contexto de la puesta en valor del patrimonio cultural de la región.



Contenidos:

Síntesisauditiva del encuentro

1.El propósito de la Jornada y el panel

2.El Proyecto Ucumar Metán: de la leyenda al impulso turístico y cultural

3.El Ucumar como pilar de la identidad local y atractivo turístico

4.Miradas expertas y enfoques multidisciplinarios sobre el Ucumar: un diálogoentre el mito y la ciencia

5.Otros fenómenos misteriosos: expandiendo el imaginario y el potencial turísticode Metán

Los impulsores del Proyecto Ucumar Metán: un enfoque en el turismo y la leyenda

Carlos Runa: el arquitecto de un sueño místico para Metán

HéctorGabriel Ortiz: el impulsor de Metán hacia un destino místico y cultural

La profesora Nadina Toledo: el Ucumar como catalizador cultural y patrimonial

Federico“Pueblo” Delgado, el Concejal

El panel

ElLegado de la Narrativa: La Intervención de Fernando Soto Rolands y laReafirmación de la Identidad Metanense

Fernandodel Moral: la centralidad de la comunidad local entre la diversidad biológica yel mito del Ucumar

LaAntropología del Ucumar: La Visión de Fernando Pequeño sobre la Cultura y elTerritorio

Elingeniero Jaime Viurrum: la voz del misterio y el potencial de Metán

LaEnigmática Salta: Testimonios y Visiones de Tony Galvano sobre Fenómenos NoIdentificados

ReflexionesFinales y Llamado a la Acción

Citas

 

Síntesis auditiva del encuentro

 

1. El propósito de la Jornada y el panel

El panel y el encuentro se centró en los mitos y leyendas de las comunidades originarias del norte argentino, buscando "sumergirse en un universo lleno de tradición y sabiduría ancestral" y "reencontrarse con relatos que han sido transmitidos de generación en generación". El objetivo principal fue resaltar el patrimonio cultural que representan estas historias y la necesidad que "sean escuchadas, preservadas y transmitidas".

Se abordaron temas como el "enigmático Ucumar, el mítico oso andino", "los traviesos duendes, los sabios de las montañas" y "los avistamientos de luces que tantos testigos han afirmado ver en nuestras yungas". Terminó con una cenda de fraternidad en la casa de la profesora Nadina Toledo. 

2. El Proyecto Ucumar Metán: de la leyenda al impulso turístico y cultural

El Proyecto Ucumar Metán, liderado por Héctor Gabriel Ortiz y Carlos Roger Luna, ha logrado transformar una investigación local sobre la leyenda del Ucumar en una iniciativa cultural y turística con respaldo institucional. Lo que comenzó como un esfuerzo de investigación a pequeña escala en 2017-2018 se ha convertido en un proyecto ambicioso, impulsado por la resonancia que sus hallazgos encontraron en las redes sociales.

El nacimiento del proyecto estuvo directamente ligado a la gran repercusión que tuvieron sus videos en el canal de YouTube, lo que los motivó a proyectar la investigación más allá del ámbito digital. El primer hito crucial fue su acercamiento a la Municipalidad de San José de Metán, donde el intendente mostró un gran interés en la propuesta. Esto marcó el inicio de un camino que buscó no solo el apoyo popular, sino también el institucional.

A lo largo de su desarrollo, el proyecto ha logrado consolidar una serie de pasos clave para su formalización. Entre ellos se destaca el asesoramiento cultural de la profesora Nadina Toledo, una experta en la cultura de la región que ayudó a enriquecer la propuesta. Un logro significativo fue la aprobación del proyecto como ordenanza por parte del Concejo Deliberante de Metán, un paso fundamental que garantiza la sostenibilidad de la iniciativa a largo plazo. Actualmente, el proyecto continúa su avance, buscando apoyo a nivel nacional a través de reuniones con el Ministerio de Turismo de la Nación para obtener los fondos necesarios para la creación de un museo.

La visión de Ortiz y Luna para el proyecto va mucho más allá de la simple explotación turística. Sus impulsores enfatizan la importancia de ir "a las raíces" para revalorizar la identidad cultural de la región, destacando la riqueza de las yungas y el patrimonio cultural. El objetivo principal es trascender lo comercial para ofrecer una experiencia que conecte a los visitantes con la historia, el folklore y la naturaleza del lugar. Así, el Proyecto Ucumar Metán no solo busca atraer turismo, sino también rescatar y celebrar la rica herencia cultural de Metán.

3. El Ucumar como pilar de la identidad local y atractivo turístico

El Ucumar, o Ucumari, trasciende la mera categoría de un ser mítico para erigirse como un símbolo central de la identidad cultural en Metán y, por extensión, en todo el noroeste argentino. Su presencia en el imaginario colectivo no solo enriquece el folclore local, sino que también ofrece un potencial inmenso para el desarrollo turístico de la región, al capitalizar el inherente atractivo del misterio y la leyenda.

La conexión del Ucumar con la identidad de los habitantes de Metán es profunda y palpable. Como bien lo expresa el historiador Fernando Soto Rolands, el Ucumar "sí tiene mucho que ver con la identidad de todos ustedes". Esta afirmación subraya que la criatura no es solo una historia contada, sino una parte intrínseca de la herencia cultural y del "imaginario" colectivo. La búsqueda de testimonios directos, de aquellos que afirman haber tenido encuentros con el Ucumar, se convierte así en un acto de preservación cultural, asegurando que las experiencias y las historias no se pierdan con el paso del tiempo. Este esfuerzo por documentar las vivencias individuales es fundamental para construir un registro vivo de la relación entre la comunidad y su criatura legendaria.

El potencial turístico del Ucumar se vislumbra al trazar paralelismos con fenómenos como el "Hombre Polilla" (Mothman) de Point Pleasant, Estados Unidos. En ese caso, una leyenda local se transformó en un motor económico, generando un festival anual y un museo reconocidos internacionalmente. La clave reside en que "el misterio vende, el misterio vende, el misterio llama la atención, convoca". Esta premisa es el fundamento sobre el cual el Proyecto Ucumar Metán busca edificar una nueva propuesta turística. La intriga que rodea a la criatura tiene la capacidad de atraer a visitantes curiosos, ávidos de explorar los lugares donde se dice que habita y de escuchar los relatos de quienes lo han visto.

Gracias a la difusión a través de una película y el impacto de las redes sociales, Metán ha logrado posicionarse como un punto de referencia clave para los avistamientos del Ucumar a nivel nacional. Héctor, uno de los impulsores del proyecto, señala que "hoy ya saben que la mayoría de los avistamientos son alrededor de Metán cerca de las yungas. Entonces, ya está Metán de alguna manera puesto en ese puntito que a nivel nacional saben que si quieren ser algo tienen que venir para esta zona". Esta visibilidad nacional es un activo invaluable, que coloca a Metán en el mapa de los destinos de misterio y aventura, atrayendo a un público específico interesado en lo paranormal y lo folclórico.

El encuentro en la Casa de la Cultura de Metán sirvió como un espacio crucial para la recopilación de testimonios, donde varios vecinos de la localidad compartieron sus experiencias. Entre ellos se encontraban Doña Abel Santillán, Ángel Pacheco, Don Damián, Felipe Fabián, y una docente jubilada de Joaquín V. González, la señora Álvarez. La mayoría de estos relatos describen encuentros donde el Ucumar no mostró agresión, sugiriendo que, en casos de interacción, su comportamiento podría ser de autodefensa, especialmente frente a cazadores. La señora Álvarez, por ejemplo, compartió dos experiencias impactantes: una de niña en una escuela rural, donde el Ucumar se acercó y los observó con curiosidad, y otra en la casa de su tío, sin mostrar hostilidad. Su descripción física del ser, con "un poco más de pelo quizás en la cara porque ellos tienen el pelo suelto todo así lacio caído. Y lo que creo que sí tiene más pelos en los pies", añade un detalle vívido y personal a la leyenda.

El Ucumar en Metán representa una dualidad fascinante: es un pilar fundamental de la identidad cultural local y, al mismo tiempo, un poderoso imán para el turismo. El Proyecto Ucumar Metán, al documentar y difundir estos testimonios, no solo preserva la rica historia oral de la región, sino que también construye un puente entre el pasado mítico y el futuro turístico, invitando a propios y extraños a sumergirse en el misterio y la autenticidad de las yungas salteñas.

4. Miradas expertas y enfoques multidisciplinarios sobre el Ucumar: un diálogo entre el mito y la ciencia

El reciente evento centrado en la figura del Ucumar en Metán, Salta, se erigió como un espacio de confluencia de saberes y perspectivas, demostrando cómo la riqueza de una leyenda popular puede ser abordada desde enfoques multidisciplinarios, enriqueciendo tanto la comprensión cultural como la conciencia ambiental. La participación de Fernando Soto Rolands, Fernando Moral y Fernando Pequeño Ragone ilustró de manera ejemplar esta sinergia, tejiendo un tapiz de historia, biología y antropología en torno a un mito arraigado en el imaginario colectivo.

Fernando Soto Rolands, desde su vasta experiencia como escritor, historiador y profesor de la UBA, aportó la dimensión cultural e histórica del Ucumar. Como inspirador de la película sobre esta criatura, su intervención subrayó la autenticidad y el valor comparativo del bagaje cultural de Metán. Rolands enfatizó que, a diferencia de otros pueblos que intentan forjar mitos artificialmente, la leyenda del Ucumar en Metán posee una raigambre genuina, un activo invaluable para la identidad local y el desarrollo cultural. Su perspectiva resalta la importancia de reconocer y preservar estas narrativas que, más allá de su veracidad literal, configuran el espíritu de un lugar y su gente.

Complementando esta visión, Fernando Moral, biólogo y director del Proyecto JUCO (referente al oso andino), introdujo una perspectiva que entrelaza la ciencia con la cosmovisión indígena. Moral destacó la imperiosa necesidad de que los pueblos mantengan su identidad cultural y su profundo vínculo con el territorio. Su explicación del "Juco" (Ukumari) en la cosmovisión andina como una figura que transita entre lo sobrenatural y lo biológico, un "sitio sagrado intangible de los montes", reveló la complejidad de la relación humano-naturaleza en estas culturas. Al contrastar la figura sagrada del oso, asociada a las alturas, con el jaguar, vinculado a la oscuridad y la muerte, Moral iluminó las intrincadas simbologías que subyacen en la percepción de la fauna local. Su llamado a la coexistencia con los carnívoros, fundamentada en un diálogo horizontal con las comunidades indígenas, es un testimonio de cómo el conocimiento científico puede y debe dialogar con las sabidurías ancestrales para fomentar la conservación.

Finalmente, Fernando Pequeño Ragone, con su formación antropológica y profundo conocimiento de la región y sus pobladores tradicionales, actuó como un puente esencial entre estas miradas. Pequeño Ragone celebró la "confluencia de dos miradas – la creencia popular y el estudio científico – que no tienen que confrontarse, sino que se complementan totalmente". Esta afirmación encapsula la esencia del evento: la posibilidad de que el mito y la ciencia no solo coexistan, sino que se potencien mutuamente. Su énfasis en la necesidad de volver a poner en valor la dimensión humana en relación con el ambiente y asegurar la conservación para futuras generaciones, junto con la estrategia de involucrar al Estado local y a la comunidad para la sostenibilidad del proyecto, resalta la importancia de la acción colectiva y la gestión participativa en la protección del patrimonio natural y cultural.

En conjunto, las intervenciones de estos tres "Fernandos" delinearon un enfoque holístico sobre el Ucumar, trascendiendo la mera leyenda para convertirla en un catalizador de reflexión sobre la identidad cultural, la conservación ambiental y la gobernanza local. El evento de Metán se posiciona así como un modelo de cómo las narrativas populares pueden servir de punto de partida para diálogos complejos y necesarios entre el saber ancestral y el conocimiento científico, en beneficio de las comunidades y del ambiente que habitan.

5. Otros fenómenos misteriosos: expandiendo el imaginario y el potencial turístico de Metán

En el marco de esta jornada dedicada a la puesta en valor del Proyecto Ucumar Metán, que busca generar valor agregado en el turismo local con un fuerte anclaje en la identidad y la participación comunitaria, la exploración se extendió más allá del mítico oso andino para adentrarse en otros fenómenos inexplicables que forman parte de las creencias y el imaginario de los vecinos de las ciudades y el contexto rural de la región. Esta apertura a lo misterioso no solo enriquece la oferta cultural, sino que también subraya la singularidad de Metán como un epicentro de lo enigmático ligada a la idea de “Ciudad de la miel” que desde la iniciativa de la gobernanza local la construye como epicentro de naturaleza, ambiente y preservación.

Uno de los fenómenos abordados fue el de los duendes, criaturas que, según relatos locales, son avistadas con frecuencia en la región. La mención de testigos y la existencia de fotografías refuerzan la riqueza de las "leyendas y misterios" que Metán atesora. La afirmación de un ponente, "Yo vivo con un duendecito", de una vecina entre los asistentes ilustra la cercanía y la cotidianidad con la que estos seres son percibidos por algunos habitantes, convirtiendo estas narrativas en un componente vivo y palpable de la identidad local, susceptible de despertar la curiosidad de visitantes en busca de experiencias auténticas.

Paralelamente, la jornada dedicó una atención significativa a los avistamientos de luces, popularmente conocidos como OVNIs u Orbes, con una alta frecuencia reportada, especialmente al oeste de Metán. El investigador Tony Galván, de Joaquín V. González, compartió su vasta experiencia, destacando el emblemático "Roswell Argentino" de 1995. Este evento, ocurrido el 17 de abril de 1995, es un hito en la ufología argentina, donde miles de testigos en Metán, Galpón, Joaquín V. González y otras localidades, presenciaron la explosión e implosión de un objeto redondo de 450 metros de diámetro que desapareció en la serranía colorada. La evidencia presentada, que incluye un sismo, fotografías del objeto y de dos naves estacionadas, y una "huella" de 500 metros de ancho por 2 kilómetros de largo donde el pasto no ha vuelto a crecer debido a una fuerte irradiación (con análisis de un polvo blanco revelando potasio casi puro), confiere al caso una dimensión de misterio y veracidad que ha capturado la atención a nivel nacional e internacional. La clasificación y posterior desclasificación del caso por la NASA, según Galván, "demuestra su importancia e irrefutabilidad", consolidándolo como el caso OVNI más importante de Argentina, comparable incluso con el evento de Tunguska. La convicción de Galván sobre la existencia de vida extraterrestre y sus predicciones de "encuentros" cercanos en Salta, con contactos ya establecidos en La Poma, añaden una capa de fascinación y expectación.

Más recientemente, se han reportado avistamientos de "Orbes Inteligentes", descritas como "luces de 1.5 a 1 metro de diámetro" que se acercan a un metro de distancia de personas, especialmente tractoristas en un campo cercano a Las Chacras. Estas esferas luminosas no producen ruido, no son dañinas, evitan ser filmadas o fotografiadas a corta distancia, y demuestran una inteligencia notable en sus movimientos, rodeando a las personas y, en un caso, desvaneciéndose en la tierra. La postulación de que podrían ser "plasma de altísima frecuencia de fotones" abre nuevas interrogantes. La perspectiva final, "No es momento de creer o no creer, sino de investigar", junto con la predicción de un "contacto" cercano en uno o dos meses, refuerza la idea de que Metán y sus alrededores son un laboratorio natural para el estudio de lo inexplicable.

La inclusión de estos fenómenos misteriosos en la jornada sobre el Proyecto Ucumar Metán subraya la visión integral de la iniciativa: no solo se trata de revalorizar una leyenda central, sino de abrazar todo el universo de creencias y experiencias que configuran el imaginario local. Al hacerlo, se crea un relato turístico más rico y diversificado, que apela tanto a la curiosidad antropológica como al interés por lo paranormal, siempre con un fuerte énfasis en la participación de la comunidad y en la singularidad de la identidad metanense.

 

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Los impulsores del Proyecto Ucumar Metán: un enfoque en el turismo y la leyenda

Carlos Roger Luna y Héctor Gabriel Ortiz son los creadores de contenido y principales impulsores del "Proyecto Ucumar Metán" en San José de Metán, Salta. Su iniciativa, que ha captado la atención de las autoridades locales y ha sido apoyada por el intendente José María Issa y el diputado Sebastián Otero, se centra en la figura mitológica del Ucumar, una criatura de la que se cree habita en las sierras de la región.

Tanto Roger como Ortiz son creadores de contenidos e investigadores. Héctor Ortiz es un diseñador digital que, en 2023, ya había realizado una maqueta del Ucumar con tecnología 3D, basándose en testimonios de avistajes. Su rol está más ligado a la parte visual y de recreación de la criatura. Por su parte, Carlos Luna se sumó al proyecto tras ver los antecedentes y las investigaciones de Ortiz. Juntos, han creado un canal de YouTube ("UCUMAR METAN SALTA") donde comparten entrevistas y testimonios de personas que afirman haber visto al Ucumar.

El proyecto surgió de un trabajo de investigación que Ortiz y Luna llevan adelante desde 2017. Su visión principal es revalorizar la existencia de la criatura mítica para convertirla en un atractivo turístico. No se trata de una investigación biológica en el sentido científico tradicional, sino de una propuesta que busca capitalizar el imaginario popular y los relatos locales. La meta es crear un "nuevo producto con fines turísticos" para la región, que podría incluir actividades culturales, rutas temáticas y eventos especiales.

La evolución del proyecto muestra un claro desarrollo de su idea inicial. Comenzaron con la recopilación de testimonios y la creación de contenido en YouTube. Posteriormente, con el apoyo de las autoridades, propusieron la construcción de un "Museo del Ucumar" en una calle céntrica o al costado de la ruta nacional 9/34. Este museo no solo albergaría la maqueta 3D y otros elementos relacionados con la leyenda, sino que también sería un espacio para ferias de artesanías y kermeses, fusionando así la cultura popular con el arte y la naturaleza. En este sentido, el "Proyecto Ucumar Metán" es una iniciativa que busca transformar un mito local en una propuesta distintiva que promueva el turismo en Metán, ofreciendo a los visitantes una experiencia cultural única en Argentina. (Gemini 2.5 Pro, Google, 2025)

 

 

Carlos Runa: el arquitecto de un sueño místico para Metán

Como uno de los conductores principales del encuentro, junto a Héctor, el señor Carlos Runa tomó la palabra para desentrañar la génesis y la evolución del ambicioso proyecto Ucumar, una iniciativa que buscaba fusionar la investigación de fenómenos enigmáticos con el desarrollo turístico y cultural de Metán. Su intervención, detallada y apasionada, reveló la profunda convicción detrás del esfuerzo colectivo que se estaba llevando a cabo en la Casa de la Cultura.

Carlos relató cómo la semilla de este proyecto se había sembrado en 2017 y 2018, cuando Gabriel Ortiz y Gabriel Héctor iniciaron una investigación centrada en el enigmático caso del Ucumar. En poco tiempo, Gabriel Héctor se puso en contacto con Carlos, invitándolo a formar parte del grupo. La propuesta le había atraído, y juntos comenzaron a trabajar, expandiendo el equipo y buscando activamente a más testigos y personas con conocimiento o experiencias relacionadas con el mítico oso andino. El grupo decidió difundir sus hallazgos a través de su canal de YouTube, "Maran Salta", y la repercusión fue mucho mayor de lo esperado, alcanzando un interés significativo a nivel nacional e internacional. Los suscriptores, sorprendidos, comenzaron a preguntar cómo podían visitar los lugares asociados al Ucumar. Fue en ese momento cuando Carlos y Gabriel concibieron la idea de transformar su investigación en un proyecto de turismo.

La visión de un Metán como referente de estos avistamientos impulsó al equipo a buscar el apoyo de las autoridades locales. Carlos y sus compañeros presentaron la propuesta al intendente, quien manifestó un gran interés y les instó a prepararlo para su aprobación. El camino para convertirlo en una ordenanza los llevó ante el Consejo Deliberante, donde la comisión de turismo y figuras como el ingeniero Jaime Viurrum, el profesor Tomero y el señor José Luis Flores, también investigadores, brindaron su apoyo. Carlos recordó cómo defendieron el proyecto en una sesión ordinaria del Consejo, consolidando los pasos necesarios para su formalización. Más tarde, se contó con la colaboración de Federico del Gadrez, amigo de infancia de Carlos, quien leyó el proyecto en el Consejo.

Más allá de la formalidad, Carlos expuso la estructura del equipo que hacía posible el proyecto Ucumar Metán. Presentó a Gabriel Ortiz, responsable del trabajo de campo, la producción y la traducción en los videos. Luego, destacó la indispensable labor de Raúl Alberto Barceló, quien se encargaba de la logística y el traslado del equipo, mostrando su compromiso como "defensor de la naturaleza" sin cobrar nada. También mencionó a Paola y María Laura, quienes cubrían el trabajo de cámaras y edición de video, y a Santy, el "rutinero" del equipo. Carlos, por su parte, también desempeñaba un papel activo en la producción, el trabajo de campo, la investigación y la operación de las cámaras.

Carlos reafirmó la intención de crear un turismo en Metán que abarcara los mitos y leyendas de la región. Reconoció que, si bien algunos se reían o dudaban de estas historias, el proyecto representaba una oportunidad significativa para el desarrollo local. Por ello, enfatizó el agradecimiento a la municipalidad, la gente de cultura y de turismo por el apoyo brindado. Finalmente, Carlos pasó la palabra a Gabriel Ortiz para que profundizara en los aspectos técnicos del proyecto. Su liderazgo y visión, también reconocidos por el antropólogo Fernando Pequeño, quien lo felicitó a él y a Héctor por "ponerle el pecho" al proyecto, fueron fundamentales para impulsar una iniciativa que buscaba dar un nuevo significado y un futuro próspero a Metán a través de su invaluable patrimonio místico y cultural.


 

 

Héctor Gabriel Ortiz: el impulsor de Metán hacia un destino místico y cultural

Como uno de los principales organizadores del evento, junto a Carlos, Héctor emergió como una figura central en la Casa de la Cultura de Metán, articulando con pasión la visión y los objetivos del proyecto Ucumar y la importancia del patrimonio cultural y místico de su región. Su intervención, que precedió directamente la exposición de Tony Galvano, reflejó un profundo compromiso con la identidad local y el potencial turístico de Metán.

Héctor relató cómo el proyecto Ucumar había nacido de una investigación iniciada en 2017 y 2018 por Gabriel Héctor y Gabriel Ortiz, quienes buscaban indagar en el caso del enigmático Ucumar, el mítico oso andino. Pronto, Carlos se unió a la iniciativa, y el grupo comenzó a expandirse, buscando más testigos y recabando historias sobre el ser. La difusión de sus hallazgos a través de su canal de YouTube, "Maran Salta", generó una repercusión inesperada a nivel nacional e internacional, superando con creces sus expectativas y atrayendo el interés de suscriptores que preguntaban cómo visitar los lugares relacionados con el Ucumar. Esta resonancia llevó al equipo a concebir la idea de convertir la investigación en un proyecto de turismo, con el objetivo de que Metán se consolidara como un referente en los avistamientos del Ucumar y otros fenómenos.

El camino para concretar esta visión implicó una estrecha colaboración con las autoridades locales. Héctor y su equipo presentaron la propuesta al intendente, quien mostró gran interés, y posteriormente defendieron el proyecto ante el Consejo Deliberante para su aprobación como ordenanza, contando con el apoyo de figuras como el ingeniero Jaime Viñurro y el profesor Tomero. Para Héctor, este esfuerzo trascendía la mera búsqueda de réditos económicos, enfocándose en la esencia y las raíces culturales de Metán. Él sostenía que en una época donde "no hay lugar para las creencias, no hay lugar para los proyectos, no hay lugar para los sueños", estas iniciativas daban un sentido para vivir y eran cruciales para el desarrollo humano a través del patrimonio cultural. Visualizaban un futuro donde un museo del Ucumar no solo exhibiría evidencias relacionadas con el ser, sino que también cubriría y honraría todas las culturas de la región, incluyendo la gaucha y la indígena.

Héctor hizo hincapié en la riqueza enigmática de Metán, señalando que en la región ocurrían muchas cosas sin explicación, como avistamientos de "luces" y otros fenómenos, que él mismo y su equipo habían experimentado en el campo. Lamentaba que muchos vecinos, especialmente en las zonas rurales, fueran testigos de estos sucesos pero prefirieran no compartirlos públicamente por temor al ridículo o la vergüenza. Sin embargo, él subrayaba la importancia de dar valor a estas experiencias por su potencial turístico, trazando un paralelismo con Capilla del Monte en Córdoba, una localidad que había sabido capitalizar sus misterios para el desarrollo. Para Héctor, Metán poseía una "ventaja comparativa" única, gracias a su rica leyenda y mitología del Ucumar, que otros pueblos incluso intentaban inventar sin éxito.

El proyecto Ucumar, bajo la guía de Héctor, también había forjado colaboraciones artísticas significativas, como los aportes de Salsa Ortiz y un dibujante de Buenos Aires, quienes habían creado una canción y una imagen inspiradas en el Ucumar. Héctor expresó su profunda gratitud a todos los que habían participado y brindado sus testimonios, enfatizando la relevancia de registrar estas historias para que no se perdieran con el tiempo, especialmente ante la partida de los testigos. Su equipo de trabajo, que incluía a Gabriel Ortiz en trabajo de campo y producción, Raúl Alberto Barceló en logística, Paola y María Laura en cámaras y edición, y Santy como "rutinero", demostraba el esfuerzo colectivo detrás de la iniciativa.

Finalmente, Héctor dirigió una invitación a los empresarios gastronómicos, hoteleros y artesanos locales, urgiéndoles a reconocer en estos elementos culturales y misteriosos un "disparador" para el desarrollo y el despegue de Metán. Al cerrar su intervención, reafirmó el compromiso de la municipalidad con el proyecto Ucumar, viéndolo como una vía para potenciar el turismo, la cultura y la conexión con la naturaleza. Con una visión hacia el futuro, concluyó instando a todos a valorar su cultura y a transmitirla a las generaciones más jóvenes, quienes, según él, quizás estarían mejor preparadas para documentar estos "temas tabú" que el equipo ya había comenzado a explorar, asegurando así la preservación ambiental y cultural de la región. La convicción de Héctor era que la riqueza cultural y misteriosa de Metán, una vez reconocida y valorada, sería el motor de su crecimiento y distinción a nivel nacional e incluso internacional.

 

 

La profesora Nadina Toledo: el Ucumar como catalizador cultural y patrimonial

La profesora Nadina Toledo de Viñas[1] es una figura destacada y profundamente conocedora de la cultura de la zona y del país, cuya presencia y aportes son cruciales para el proyecto del Ucumar en Metán. Su involucramiento es tal que el equipo organizador siempre la consulta y valora sus recomendaciones, considerándola una fuente de importancia por el progreso alcanzado. Su perspectiva sobre el Ucumar se centra en su potencial como catalizador cultural y patrimonial, más allá de ser un simple mito.

Nadina Toledo y Fernando Pequeño Ragone

En su intervención, la profesora Toledo subrayó la capacidad del Ucumar para generar un sinfín de manifestaciones culturales. Observó cómo un tema que algunas personas incluso han presenciado y que ya ha sido objeto de escritos y una película, puede inspirar tantas cosas y augura un "futuro muy lindo, bonito" para el crecimiento de Metán en algún sector o parte. Ella misma, a pesar de estar jubilada hace más de veinte años, apoya activamente al grupo y a cualquier iniciativa que fomente el proyecto, aplicando su vasto conocimiento adquirido a lo largo de los años en su "querido Metán".

La profesora Toledo destacó el carácter interdisciplinario del fenómeno del Ucumar, ilustrándolo con el ejemplo de un libro escrito por su nuera, Marcela Romeri, que forma parte de una colección internacional sobre el tema. Esto demuestra cómo la narrativa del Ucumar trasciende la literatura, abriendo puertas a otras expresiones artísticas como la pintura, los murales e incluso la música, ya que existe una "bonita canción" del Ucumar. Para ella, todas estas manifestaciones contribuyen a elevar la propuesta cultural.

Además, la profesora Toledo enfatizó la relevancia histórica y social del Ucumar, aludiendo a un titular de periódico de 2013 que confirmaba el ataque de esta criatura a un vecino, lo que subraya la vigencia y la construcción de la historia del mito en la región. Ella describió al Ucumar como una "fantasía popular de generación genética" que da lugar a diversas ideas, hechizos y magia. Con gran sensibilidad, pidió que no se rían de la escritora o de las personas que realmente creen en el Ucumar, pues no se trata de herir susceptibilidades. En su visión, el proyecto del Ucumar es un "plan" que ya está en marcha, cuyo objetivo es darle a Metán una mayor visión y propiciar el crecimiento cultural, más allá de los recursos económicos que, aunque necesarios, no son lo principal. Se trata de que "crezca la cultura" a través del cine, las canciones y otras expresiones que considera "digno y lindo de aplaudir".

Finalmente, la profesora Toledo resaltó el valor intrínseco de la leyenda del Ucumar para la identidad local, contrastándola con la necesidad de otros países de "inventar" sus propios mitos. Expresó su alegría al ver a niños presentes, con la esperanza de que algo de esta experiencia "les quede". Su mensaje concluyó con la idea de que la cultura del Ucumar es un patrimonio que debe ser escuchado, preservado y transmitido, augurando que los niños podrán ver la evolución del proyecto en el futuro a través de plataformas como YouTube. Para la profesora Toledo, el Ucumar no es solo una leyenda, sino una realidad cultural viva que merece ser valorada y difundida, contribuyendo significativamente a la identidad y el desarrollo de Metán.

 

Federico “Pueblo” Delgado, el Concejal

Federico Delgado: Un Defensor Apasionado de la Cultura y las Raíces de Metán

La noche del encuentro en la Casa de la Cultura, dedicada a los mitos y leyendas de los pueblos originarios, vio la intervención de destacadas figuras, y entre ellas, el señor Federico Delgado[2] tomó la palabra, invitado por su amigo Carlos Runa, uno de los conductores y gestores del proyecto Ucumar. Su discurso, cargado de emoción y convicción, trascendió la mera formalidad para adentrarse en la esencia cultural y espiritual que, según él, Metán necesita rescatar y preservar.

Federico comenzó su alocución expresando su gratitud por la presencia del distinguido equipo de investigadores y de todos los asistentes, a quienes calificó como "apasionados" por estas cuestiones que conectaban profundamente con las raíces de la región. Rápidamente, abordó el tema central de su intervención: la aprobación del proyecto Ucumar en el concejo. Para él, este no era un mero logro administrativo, sino un símbolo de que "en Ucumar somos todos" y que Metán, al igual que otras ciudades del norte, precisaba de algo que la movilizara desde su propia cultura.

Su reflexión se extendió a una crítica de la modernidad, donde percibía un "todo o nada" y una falta de espacio para las creencias, los sueños y el pasado. En este contexto, Federico afirmaba que proyectos como el del Ucumar dotaban de un "sentido para vivir". Aunque reconocía que el proyecto podría generar beneficios económicos, como la llegada de turistas y una dinamización comercial, enfatizó que la verdadera meta debía ser ir a la "esencia", a las raíces de quiénes eran y de dónde venían, a la riqueza y el patrimonio cultural de las yungas. Dejó claro que las personas involucradas en el proyecto no actuaban por dinero ni por puestos de trabajo, sino para "refrendar" la historia de la región en el campo de la cultura y las yungas.

Un aspecto conmovedor de su intervención fue cuando compartió cómo sus propios nietos, quienes creían en el Ucumar, le habían pedido asistir al evento. Para él, esto era una clara señal de que, si la comunidad tomaba en serio sus propias raíces y proyectos, se fecundaría un "caldo distinto". Sostenía firmemente que sin cultura, las sociedades estaban condenadas a ser absorbidas por un mundo globalizado, y que la única vía para el crecimiento de un país "subdesarrollado" residía en su patrimonio cultural y su espíritu.

Delgado subrayó la importancia de la documentación de todo el proceso, valorando la calidad de los panelistas y expositores, y anticipó que esto sería crucial para un futuro proyecto a presentar ante el Ministerio de Turismo de la Nación. Su esperanza era que, a través de ese camino, se consiguieran los fondos necesarios para un museo que pudiera seguir enriqueciendo la cultura local.

Finalmente, Federico Delgado concluyó su apasionada defensa de la identidad y la cultura, felicitando a todos los involucrados y agradeciendo la presencia del público. Su visión resonaba con la idea de que la leyenda del Ucumar, más allá de ser un simple relato, podía ser el motor para un desarrollo holístico de Metán, anclado en su rica historia y misticismo, y transmitido con fervor a las nuevas generaciones.

 

El panel

Los discursos de los expertos en la Jornada de puesta en valor del patrimonio cultural de Metán a partir de la figura del Ucumar, giraron en torno a la importancia de la identidad cultural y la conexión con el territorio. 

Izq a der. Tony Galvano, Jaime Viurrum, Fernado Soto Rolands, Carlos Runa. 

Fernando Soto Rolands destacó cómo la narrativa y el imaginario colectivo pueden ser fuerzas motrices para el desarrollo cultural y la identidad de un pueblo. Fernando del Moral subrayó la necesidad de que los pueblos conserven su identidad y su vínculo con el territorio, criticando la visión economicista que desvaloriza la cultura. Fernando Pequeño resaltó la confluencia de miradas entre la creencia popular y el estudio científico, y la importancia de involucrar a la comunidad local en la conservación ambiental y cultural. Jaime Viurrum enfatizó la riqueza mística y cultural de Metán como un motor para su desarrollo y distinción. Tony Galvano destacó la riqueza de la región en cuanto a avistamientos de luces y objetos voladores no identificados (OVNIs). Además, mencionó otros avistamientos de luces inteligentes o "orbes".


En conjunto, estos discursos reflejaron una visión holística que integra la identidad cultural, la conservación del patrimonio y el desarrollo sostenible de la comunidad.


El Legado de la Narrativa: La Intervención de Fernando Soto Rolands y la Reafirmación de la Identidad Metanense

 La jornada dedicada a los mitos y leyendas de los pueblos originarios del norte argentino, celebrada en Metán, contó con la preciosa intervención de Fernando Soto Rolands[3], un escritor, historiador e investigador que, además, ejerce como profesor en la Universidad de Mar del Plata. Su presencia no fue meramente académica, sino que se imbricó profundamente con el Proyecto Ucumar Metán, revelando cómo la narrativa y el imaginario colectivo pueden ser fuerzas motrices para el desarrollo cultural y la identidad de un pueblo.

Fernando Soto Rolands se manifestó sorprendido y contento de encontrarse en Metán, un lugar que, años atrás, él solo había explorado a través de la escritura. En el año 2016, cuando comenzó a redactar un ensayo sobre el Ucumar, jamás imaginó que su trabajo inspiraría la creación de una película sobre el enigmático ser. Fue Octavio Reo Molina, el cineasta, quien tomó sus escritos como punto de partida para la filmación, un hecho que, de alguna manera, vinculaba íntimamente su propia trayectoria con la gestación del proyecto del museo del Ucumar en Metán. Esta conexión no solo valida su trabajo, sino que también subraya el poder de la historia y el imaginario en la configuración de realidades culturales.

El historiador identificó rápidamente la ventaja comparativa única que Metán posee frente a otras localidades del país. Con su vasta experiencia en la historia cultural y el imaginario, incluyendo sus investigaciones sobre el universo fantástico de Capilla del Monte, Soto Rolands percibió que la leyenda y mitología del Ucumar ofrecen a Metán un bagaje cultural que algunos pueblos intentan inventar sin éxito. Para él, esta leyenda no es solo un relato, sino una parte inherente de la identidad del noroeste argentino y, específicamente, de Metán.

Para ilustrar el potencial de esta riqueza cultural, Fernando Soto Rolands recurrió a un ejemplo icónico de la criptozoología en Estados Unidos: la leyenda del Hombre Polilla (Mothman) en Point Pleasant, Virginia Occidental. Surgida en la década de 1960, esta figura bizarra, inicialmente generadora de terror y pánico, con el tiempo se transformó en un activo cultural y turístico. Point Pleasant, un pueblo pequeño, se convirtió en un destino internacional gracias a un museo y un festival anual que convocaban a creyentes y escépticos. Soto Rolands aspira a que Metán pudiera emular este éxito con el Ucumar, destacando que, a diferencia del Hombre Polilla, el Ucumar sí tiene raíces profundas en la identidad propia de la comunidad metanense.

Más allá de la perspectiva económica, Soto Rolands enfatizó que el valor del Ucumar radica en su profunda conexión con la identidad. Para él, no se trataba solo de atraer turistas o generar ingresos, sino de preservar y explotar la esencia cultural del lugar. Finalizó su intervención con una poderosa reflexión: él no había venido a enseñar, sino a aprender del "carro de corte" de los metanenses, a empaparse de sus experiencias y testimonios. La leyenda del Ucumar y el trabajo del equipo local, en su visión, estan indicando que la "aventura está a punto de comenzar". Esta perspectiva de apertura, aprendizaje mutuo y reconocimiento del valor intrínseco de la cultura local, se convirtió en un pilar fundamental de la jornada y del propio Proyecto Ucumar Metán.


Fernando del Moral: la centralidad de la comunidad local entre la diversidad biológica y el mito del Ucumar

Fernando del Moral[4], biólogo experto en osos y reconocido como el de mayor conocimiento en Latinoamérica en su campo, ofreció una perspectiva profunda y crítica sobre la importancia de la identidad cultural y la conservación del vínculo con el territorio. Su intervención en la jornada dedicada a los mitos y leyendas de los pueblos originarios del norte argentino subrayó que la cultura no es un mero accesorio, sino la esencia misma de la existencia de un pueblo.

Del Moral inició su discurso enfatizando la necesidad vital de que los pueblos tengan y conserven su identidad. Lamentó que la cultura esté siendo "brutalmente atacada" en la actualidad, lo que lleva a la pérdida del arraigo de las comunidades a su territorio. Según él, cuando este vínculo se rompe, el territorio es desvalorizado y se percibe únicamente desde una perspectiva economicista, como bien lo expresa la "milonga uruguaya": "no venga a trazarme el campo con ojos de forastero, que no es como aparente, sino como yo lo siento". Por ello, celebró el compromiso del pueblo de Metán y el esfuerzo de los organizadores y la dirigencia política en pro de este proyecto, destacando que la cultura y el arraigo deben "imponerse" frente a las imposiciones externas.

Adentrándose en el tema central del evento, el Ucumar, Fernando del Moral conectó la leyenda con el proyecto "Junco". Explicó que "Junco" es una voz quechua que a veces se sinonimiza con "Ukumaro", y que, aunque se ha ido perdiendo, refiere al oso. Sin embargo, esta palabra también puede aludir a una "forma humanoide que habita en los montes más profundos". En los pueblos quechuas menos occidentalizados del noroeste argentino, el "Juco" o "Ukumari" representaba una suerte de "huaca, de sitio sagrado intangible de los montes", donde la gente a menudo pide permiso a la Pachamama antes de atravesarlos. Esta dualidad de significado coloca al oso en un ámbito entre lo sobrenatural y lo biológico palpable.

Del Moral criticó el error común en la academia de entender la diversidad biológica dejando de lado los aspectos culturales. Sostuvo que lo que la ciencia configura como un "oso" o un "jaguar" con términos biologicistas, en el ámbito cultural y popular, "significa mucho más que eso". A continuación, estableció una contraposición entre la cosmovisión del oso y la del jaguar:

  • El Oso (Ukumari/Juco):
    • Siempre ha sido representado en numerosas culturas como algo antropomorfo, una especie de "primer hombre" creado en el mundo quechua por Miracocha.
    • Esta mitología no es exclusiva de Argentina, sino que se extiende por el norte de Sudamérica (Venezuela, Colombia, Perú) y Bolivia, evidenciando vínculos culturales entre estos pueblos.
    • El oso es visto como un "proto" que habita una transición entre lo real y lo sagrado. Es un "nexo entre las alturas, lo sagrado y lo real".
    • El oso andino, de tamaño mediano y a veces con manchas oculares, habita en ambientes de altura, pastizales y neblina, muy vinculados a la selva, lo que refuerza su conexión con las alturas y los dioses.
    • Del Moral destaca la poca gente que sabe que en Sudamérica y en Argentina hay osos, incluso si la población es "más residual".
  • El Jaguar (Yaguarité):
    • Representa mucho más temor que el oso, debido a su visión desarrollada que le permite ver en la oscuridad, algo conocido por los pueblos quechuas y guaraníes.
    • Siempre ha sido visto con temor pero también como representación de deidad, un peligro para la humanidad.
    • Sus sitios habitados, como los del oso, eran intangibles, pero más vinculados a la oscuridad, a lo "umbroso del monte" o a la muerte.
    • El jaguar siempre representó ese nexo entre lo real y el "camino hacia la muerte".
    • No tiene una configuración "mala o negativa", sino que cada especie "ocupa un rol en la explicación de la vida o en la cosmovisión del monte".

Fernando del Moral también abordó el conflicto actual entre la fauna carnívora y las comunidades locales, especialmente las ganaderas. Subrayó la importancia de entender la "valoración cultural" de estas especies para establecer un "diálogo horizontal" con las comunidades indígenas, evitando la imposición de nuevas formas de vida o manejo. Reconoció que el oso representa cierto riesgo para la ganadería en altura, y el jaguar también puede causar daños, pero insistió en que, aunque las cosmovisiones no puedan ser probadas por la ciencia, utilizarlas puede llevar a un "acuerdo para llevar a un punto de coexistencia".

Fernando del Moral concluyó reiterando la crucial importancia del conocimiento de la biodiversidad y del vínculo de la gente con la naturaleza. Argumentó que para que este vínculo se sostenga y esté vivo, es esencial "ponderar la cultura", ya que "la cultura de cualquier pueblo está vinculada con el ambiente en que se desarrolla". Advirtiendo que "un pueblo que no tiene cultura, un pueblo que pierde su vínculo con la tierra, con el ambiente, por más que escuchemos lo contrario, es un pueblo que está condenado a la inexistencia". Su mensaje fue una celebración del arraigo y un llamado a preservar el patrimonio cultural como cimiento para la supervivencia y el desarrollo de las comunidades.

  

La Antropología del Ucumar: La Visión de Fernando Pequeño sobre la Cultura y el Territorio

 Fernando Pequeño[5], formado en antropología y conocedor de la región y los pobladores tradicionales de la región sur este de la provincia de Salta en el norte argentino, ofreció una perspectiva enriquecedora sobre el proyecto del Ucumar en Metán, destacando su profundo significado cultural y ambiental. En su intervención, Pequeño expresó su gratitud hacia los organizadores, Héctor y Carlos, por la dedicación y el esfuerzo que habían puesto en el proyecto. Reconoció que, aunque los había estado "espiando" por redes sociales, el proceso le pareció interesantísimo, especialmente al ser invitado por el biólogo Fernando del Moral.

Pequeño resaltó que el valor más significativo del proyecto residía en la confluencia de miradas aparentemente opuestas. Explicó que existían quienes creían en estos seres, como el Ucumar, con una fe casi religiosa, y quienes buscaban estudiarlos y debatir sobre ellos. Para él, estas dos perspectivas no debían confrontarse, sino complementarse totalmente, y en esa sinergia encontraba la mayor riqueza que el Ucumar podía aportar a las comunidades humanas. Señaló que este enfoque permitía volver a poner en valor la dimensión humana en relación con un ambiente del que no estamos separados, sino del que somos parte. Esta interconexión, según Pequeño, era la única forma de generar políticas públicas efectivas para el cuidado del ambiente y asegurar su conservación para las futuras generaciones, especialmente los jóvenes.

El investigador  también aplaudió la estrategia de los gestores del proyecto al involucrar al estado local, es decir, al municipio y al Consejo Deliberante. Consideró que esta inclusión era fundamental para la sostenibilidad del proyecto a largo plazo, ya que lo que no forma parte del Estado corre un mayor riesgo de perderse con el tiempo. Destacó la solidez de una aprobación por el Consejo Deliberante, que ofrecía una base más firme que una simple firma del intendente. Pequeño compartió su sorpresa y alegría al descubrir que el proyecto era impulsado por "locales que están luchando" con mucho esfuerzo por algo propio, disipando su "prejuicio" inicial de que encontraría detrás una "gran empresa internacional" buscando llevarse todo.

Asimismo, Pequeño enfatizó la importancia de que la gente local se sintiera parte del proyecto, ya que la conservación ambiental y la valoración de nuestras creencias, miedos y vulnerabilidades como sociedad deben partir de lo propio y lo nuestro, siempre con la gente "adentro". Subrayó que la cultura del Ucumar estaba viva en Metán, impulsada por los jóvenes que escuchaban las historias de sus abuelos y padres. Finalmente, abordó el fenómeno de la globalización del mito a través de las redes sociales, señalando cómo el Ucumar, antes un relato local, se había vuelto planetario. Reflexionó sobre si esta globalización sería positiva o negativa, concluyendo que dependía de que la gente local mantuviera su esencia y permaneciera involucrada.

En suma, la intervención de Fernando Pequeño delineó la relevancia del proyecto Ucumar no solo como un esfuerzo de rescate cultural, sino como un modelo de convergencia entre creencia y estudio científico, arraigo local y estrategia institucional, fundamentales para el cuidado del patrimonio natural y cultural y para el desarrollo sostenible de las comunidades.


El ingeniero Jaime Viurrum: la voz del misterio y el potencial de Metán

La intervención del ingeniero Jaime Viurrum fue un momento crucial en el encuentro sobre los mitos y leyendas de Metán, ya que, como uno de los profesionales convocados y un conocedor profundo de la región, aportó una perspectiva personal y arraigada a los fenómenos que se debatían. Aunque no pudo contar con el soporte visual de un proyector, que para él constituía el noventa por ciento de su presentación, su relato fue vívido y cargado de experiencias.

Jaime comenzó su participación con una propuesta audaz, sugiriendo a los concejales presentes que consideraran cambiar el nombre de "San José de Metán", ya que, según él, la ciudad estaba "llena de misterios". Esta afirmación no era meramente anecdótica, sino que la enlazó con una profunda preocupación cultural. Él manaifestó que era vital transmitir la cultura local a las nuevas generaciones, especialmente a los nietos, pues la omnipresencia de la tecnología actual, hace que los niños ya no pensaran, no escucharan ni contaran las leyendas, lo que ponía en riesgo la pérdida de este patrimonio cultural con el paso del tiempo, cuando la generación de "los que peinamos cana" ya no estuviera. Su deseo era que las historias perduraran, impulsando a la comunidad de Metán a valorar y preservar lo propio.

Compartió con la audiencia su afición personal por la búsqueda de tesoros, un pasatiempo que compartía con su amigo Celaya. Para Jaime, la verdadera riqueza de estas "andanzas" no era el botín material, sino la gente que conocían y las innumerables anécdotas que surgían de sus expediciones. Fue en una de estas búsquedas donde se encontraron con un personaje llamado Gerard Díaz, quien les relató una historia del famoso Ucumar, similar a la que había ocurrido en Lumbrera, donde una criatura había intentado "raptar" a una persona de la zona. Animados por el relato de Díaz y motivados por las "famosas luces malas que alumbran," Jaime y su grupo emprendieron una expedición para documentar huellas del Ucumar en la "aguada de los Chaos," pero, lamentablemente, la lluvia ya había borrado cualquier evidencia al momento de su llegada.

Sin embargo, sus exploraciones revelaron otros misterios. Jaime relató el hallazgo de huellas sumamente extrañas cerca de una excavadora en la minera de Juramento. Estas huellas, de unos veinte centímetros, eran inusuales porque no se cortaban como las de un humano, sino que mostraban un paso "uno adelante del otro," como el de un "moreno." Lo que más le llamó la atención fue que estas huellas siempre seguían el rastro de la excavadora. Él mismo estuvo a punto de pisar una de ellas, y al verla, calculó que su ancho era el de su propio pie, estimando una longitud de entre cincuenta y sesenta centímetros. Aunque logró tomar una foto, no pudo documentarlas adecuadamente debido a que era viernes, el proyecto terminaba ese fin de semana y para el lunes las huellas ya se habían cubierto.

Además de los avistamientos del Ucumar y las huellas misteriosas, Jaime mencionó la existencia de duendes y la enigmática "luz mala", de los cuales también poseía fotografías. Incluso reveló una experiencia personal "gravísima" en 2020, cuando sintió que a "su hija se la llevaba". Estas historias no eran para él meras fantasías, sino realidades que se vivían en el campo, aunque al contarlas, la gente a veces lo tildara de "loco".

Para Jaime, Metán posee una "ventaja comparativa" única frente a otras localidades que intentaban inventar misterios sin éxito. Él comparó la situación de Metán con la de Capilla del Monte en Córdoba, una ciudad que prosperaba gracias a sus fenómenos inexplicables. Basándose en esto, propuso a los concejales la idea de organizar un concurso de fotografía del cielo para que los chicos capturaran imágenes de luces y ovnis, argumentando que Metán tenía el potencial de replicar el éxito de Capilla del Monte, que había obtenido "cuarenta y dos" fotos de alta calidad.

En su visión, la documentación y preservación de estos misterios y leyendas no es solo un tema cultural, sino también un "disparador" económico y turístico para Metán. Jaime enfatizó que el objetivo es que las historias no fueran "solo leyendas," sino que quedaran documentadas como "hechos" reales para la posteridad. Al concluir, expresó su agradecimiento y reiteró la importancia de valorar la cultura local y transmitirla a los jóvenes, quienes quizás estarían mejor equipados para documentar y comprender estos "temas tabú" que el equipo ya había comenzado a explorar. Su intervención encapsuló la idea de que la riqueza mística y cultural de Metán, una vez reconocida y preservada, sería el motor de su desarrollo y distinción.

 

 

La Enigmática Salta: Testimonios y Visiones de Tony Galvano sobre Fenómenos No Identificados

Tony Galvano, presentado como un experto con "muchísimo para contar" y un profundo conocedor de las historias esotéricas y misteriosas de Salta, ofreció una conferencia que sumergió a la audiencia en un universo de fenómenos inexplicables, destacando la riqueza de su región en cuanto a avistamientos de luces y objetos voladores no identificados (OVNIs). Su intervención no solo narró experiencias impactantes sino que también instó a una nueva perspectiva: la de la investigación sobre la creencia.

Galvano se presentó como la voz de no menos de 30 o 40 mil testigos populares, centrándose en el famoso caso de 1995 en Joaquín V. González, un evento de tal magnitud que fue denominado el "Roswell Argentina". Este incidente, según Galvano, fue de tal importancia que la NASA lo clasificó y solo se desclasificó ocho meses antes de su intervención, gracias a la labor de la investigadora de OVNIs Silvia Simontini. Explicó que este caso no pudo ser refutado debido a la gran cantidad de testigos oculares provenientes de diversas localidades como Metán, Galpón, Quebracha y Joaquín González. Detalló que el evento ocurrió a las 2:40 de la tarde en un cielo totalmente despejado, cuando se sintió una explosión impresionante seguida de un movimiento sísmico que hizo que el cien por cien de la población saliera a las calles. La gente que estaba afuera comenzó a correr hacia el río, y lo único que se veía en el cielo era una franja de humo muy gruesa y larga. Los testigos hablaron de un objeto redondo que "navegaba" (no caía) desde el norte con dirección sur.

El clímax del evento ocurrió cuando este aparato llegó a la Seranía Colorada, una cadena montañosa de unos 30 kilómetros de largo, donde explotó e implosionó sin tocar tierra. Galvano afirmó que existían fotos tanto del aparato como de la nube, y lo más increíble, en una de las fotos aparecieron dos naves estacionadas a los costados del incidente, observándolo. Estas fotos fueron analizadas en la Universidad de La Plata y resultaron ser "fotovoléticas", un documento irrefutable que mostraba dos aparatos OVNI. Todo el suceso transcurrió en aproximadamente minuto y medio a dos minutos. El lugar del impacto, el Cerro Colorado, quedó totalmente destruido y quemado, dejando una huella de 500 metros de ancho y 2 kilómetros de largo donde no ha crecido vegetación hasta el día de hoy, incluso dos décadas después. Su equipo de búsqueda, que incluía camiones, camionetas y una avioneta, no encontró restos del aparato, pero sí halló la huella y un polvo blanco que resultó ser potasio casi puro (98%). En ese momento, las autoridades militares de Estados Unidos intervinieron, declarando la zona como espacio aéreo y terrestre reservado, basándose en el "tratado de Costa Rica". Describió el objeto como un aparato de color gris oscuro, de 450 metros de diámetro, sin ventanas ni luces, y que voló sin producir ruido. Posteriormente, personal del SIEFA (un centro de investigaciones de la Fuerza Aérea dependiente de la NASA) reconoció que se trató de un fenómeno OVNI extraterrestre, explicando que la clasificación se debió a cuestiones de seguridad mundial para evitar que esta tecnología cayera en manos de países hostiles. Para Galvano, este caso era el más importante después de Tunguska, superando a otros como el de Rosario de la Frontera, por la cantidad de testigos, las fotos, la zona afectada, el sismo y la explosión. Celebró que gracias a este evento, el sur de Salta se había dado a conocer globalmente, con documentales y llamadas de todo el mundo pidiendo más datos.

Más allá del caso de 1995, Tony Galvano también abordó el fenómeno de las luces inteligentes o "orbes", un tema que esperaba desarrollar en un próximo congreso mundial. Describió estas luces como esferas de 1 a 1.5 metros de diámetro que se acercaban a las personas, incluso a un metro de distancia. Relató que se posaban frente a tractores o sobre techos. Aunque no reveló los documentos, afirmó tener fotos y filmaciones fantásticas de estos elementos, destacando que no eran luces terrestres y que poseían inteligencia. Estas esferas emitían luz propia, no hacían ruido, no tenían motor ni alas, y se movían levitando, bajando, subiendo, y desapareciendo. Además, no producían ceguera ni quemaduras, y no interferían con las cámaras, lo que sugería que eran un "plasma de altísima frecuencia de fotones". Diferenció estas orbes de la "luz mala", la cual consideró un fenómeno distinto relacionado con gases subterráneos. Manifestó que estas luces "juegan" con la gente, al principio manteniéndose a distancia, pero ahora permitiendo un acercamiento. También demostraban inteligencia al desaparecer en la tierra cuando eran encaradas, lo que indicaba que sabían lo que se pensaba. Galvano afirmó que estos avistamientos eran casi diarios en el oeste de Metán y en un campo cerca de Las Clavellinas (Chales), y predijo que estaban a punto de un contacto muy cercano.

Tony Galvano también incursionó en una visión más amplia, señalando que en el planeta existían 62 razas extraterrestres, y una de ellas, la "raza fechana", estaba manejando la situación y los futuros encuentros que se aproximaban. Mencionó que un comandante de esta raza se encargaba de evitar guerras mundiales y de impedir que razas extrañas y violentas ingresaran al ámbito terrestre. Enfatizó que lo que estaban presenciando no era dañino ni negativo. Para él, el momento actual no se trataba de "creer o no creer", sino de investigar, porque la vida extraterrestre existía y era un hecho irrefutable. Finalizó su exposición con la convicción de que Salta sería el epicentro de uno de los encuentros más importantes en cuanto a la temática extraterrestre en un futuro muy cercano. La Sra. Álvarez, una de las testigos presentes, corroboró el avistamiento masivo del evento de 1995, apoyando la investigación de Galvano y su equipo.

 

 

Reflexiones Finales y Llamado a la Acción

La jornada sobre el Proyecto Ucumar Metán, al integrar miradas expertas, fenómenos misteriosos y una profunda conexión con la identidad local, culminó en una serie de reflexiones esenciales y un claro llamado a la acción. Estas conclusiones no solo refuerzan la viabilidad del proyecto turístico, sino que también subrayan la importancia de la cultura y la comunidad en el desarrollo sostenible de la región.

Un punto crucial es la preservación cultural. Se enfatizó que la cultura es el cimiento de la identidad y el arraigo de los pueblos. La advertencia es clara: perder el vínculo con la tierra y la cultura condena a un pueblo a la "inexistencia". Esta reflexión resalta que el Proyecto Ucumar no es meramente una iniciativa turística, sino un esfuerzo vital por salvaguardar el patrimonio inmaterial de Metán, asegurando que las generaciones futuras puedan reconocerse en sus propias historias y tradiciones.

La educación y transmisión emergen como pilares fundamentales. La premisa de que "no se puede cuidar lo que no se conoce" subraya la necesidad imperiosa de transmitir estas historias, leyendas y el valor del patrimonio cultural a las nuevas generaciones. Esto implica no solo la difusión de los mitos, sino también la comprensión de su significado y su rol en la configuración de la identidad local, fomentando así un sentido de pertenencia y responsabilidad.

La colaboración y el diálogo se presentaron como elementos indispensables para el éxito. El encuentro al que asistieron medio centenar de personas en la Casa de la Cultura de Metán,  demostró la importancia del trabajo interdisciplinario y la colaboración entre creyentes, científicos, la comunidad local y el gobierno. Esta sinergia es clave para abordar la complejidad de los fenómenos culturales y ambientales, permitiendo que diversas perspectivas se complementen en lugar de confrontarse, y que las soluciones sean holísticas y sostenibles.

El potencial de Metán fue un tema recurrente. Se afirmó que la ciudad tiene un gran potencial para desarrollarse a través del turismo focalizando en el patrimonio cultural, aprovechando sus mitos, leyendas y fenómenos misteriosos. Esta visión estratégica busca capitalizar la singularidad del imaginario local para atraer visitantes, generando así valor agregado y oportunidades económicas para la comunidad.

Se planteó un desafío y una oportunidad: superar el "tabú" y la vergüenza de hablar de estos temas. La invitación es a valorar las experiencias y testimonios como parte de la riqueza local. Al desmitificar y abrir el diálogo sobre lo inexplicable, se empodera a la comunidad para compartir sus vivencias, fortaleciendo la identidad y enriqueciendo la oferta cultural.

En un cierre elocuente, una funcionaria del gobierno municipal de Metán encapsuló la visión y el compromiso: "Nuestra ciudad se conoce como ciudad de miel apelando al encuentro de la historia con la naturaleza”. “Así es que la verdad vamos a apostar a este proyecto... y vamos a trabajar para que se pueda lograr con el apoyo del gobierno nacional". Esta cita final no solo reafirma el compromiso institucional, sino que también pinta una imagen vívida de Metán como un destino donde la historia, la naturaleza y el misterio se entrelazan, invitando a los visitantes a una experiencia inmersiva y auténtica.

Finalmente, volviendo sobre las proposiciones estratégicas de Fernando Pequeño, a cerca de la importancia de tener "a la gente adentro", enfocamos la convicción de que la verdadera riqueza y sostenibilidad de proyectos como el Ucumar Metán radican en la participación activa y el arraigo en la comunidad local. Pequeño subrayó que la conservación ambiental y la puesta en valor de la fe, las creencias, los miedos, las dudas y las vulnerabilidades de una sociedad están intrínsecamente ligadas "con lo propio y con lo nuestro". En este sentido, el proyecto Ucumar no solo se dedica a investigar un ser enigmático, sino que también se convierte en un vehículo para fortalecer la identidad cultural, asegurar la conservación ambiental a largo plazo a través de la educación de los jóvenes que no pueden cuidar lo que no conocen, y fomentar la cohesión comunitaria al integrar diversas miradas y testimonios. Al final, el éxito de Metán en su camino hacia el reconocimiento cultural y turístico del Ucumar dependerá de mantener viva esta conexión fundamental con su gente, sus raíces y su patrimonio, evitando que se pierda la esencia local ante la globalización.

 

Citas

Google. (2025, 27 de julio). Respuesta a la consulta sobre Federico Delgado en el espectro político de Metán, Salta. Gemini 2.5 Pro.

Google. (2025, 27 de julio). Respuesta a la consulta sobre la trayectoria educativa y de gestión de gobierno en el ámbito de la cultura de la profesora Nadina Toledo de Viñas en Metán, Salta. Gemini 2.5 Pro.

Google. (2025, 27 de julio). Carlos Roger Luna y Hector Ortiz en Metán, Salta, en el contexto de su impulso al Proyecto Ucumar Metán. Gemini 2.5 Pro.

Google. (2025, 27 de julio). Sobre la trayectoria de Fernando Pequeño Ragone en relación a su formación en Antropología en la Universidad Nacional de Salta, sus textos sobre el ambiente, las masculinidades y las instituciones políticas y formas de gobierno. Gemini 2.5 Flash.

Google. (2025, 27 de julio). Sobre la trayectoria de la trayectoria de la producción y vida académica de Fernando Soto Rolands, focalizando en la relación con el proyecto Ucumar Metán. Gemini 2.5 Flash.

UCUMAR, Metan(Salta). (2025, 15 de julio). Ucumar: ¿Realidad o Mito? Experto en Oso de Anteojos, Biólogo desafía lo establecido. YouTube. fecha de acceso: julio 27, 2025 https://www.youtube.com/watch?v=EumqgHvvjCc



[1] La Trayectoria de Nadina Toledo de Viñas: Un Legado en la Educación y la Cultura de Metán

Nadina Toledo de Viñas es una figura emblemática en la ciudad de San José de Metán, Salta, cuya vida profesional ha dejado una huella imborrable tanto en el ámbito educativo como en la gestión cultural. Su carrera se distingue por una dedicación inquebrantable a la formación de niños y jóvenes, así como por su compromiso con la promoción de la cultura local.

En el ámbito educativo, Nadina Toledo de Viñas se destacó como una respetada docente que dedicó cuarenta años de su vida a la enseñanza. Su labor como maestra de grado en el nivel primario la llevó a desempeñarse en diversas instituciones educativas de la ciudad, donde dejó una marca indeleble en generaciones de estudiantes metanenses. Su compromiso con la educación pública y su vocación de servicio la convirtieron en una figura querida y respetada por sus colegas y la comunidad educativa. Tras su jubilación, fue objeto de numerosos homenajes y reconocimientos que destacaron su extensa y fructífera contribución al desarrollo educativo de la región.

Además de su destacada carrera en la docencia, Nadina Toledo de Viñas también dejó una impronta significativa en la gestión cultural de Metán. Asumió el cargo de Directora de Cultura de la ciudad en 1990, y su gestión se caracterizó por una activa promoción de los artistas y las expresiones culturales locales. Su principal obra en este ámbito fue el establecimiento de un fuerte lazo de intercambio cultural con el reconocido festival de la Serenata a Cafayate. A través de su liderazgo, organizó y dirigió delegaciones culturales que participaron en este festival, llevando consigo exposiciones de libros de autores locales, presentaciones de músicos, talleres literarios y muestras de artistas plásticos de Metán. Su labor como jurado en la "Pre Serenata a Cafayate" también fue fundamental para la selección de nuevos talentos.

La gestión de Nadina Toledo de Viñas en el área de Cultura no solo dio visibilidad a la producción cultural de Metán, sino que también contribuyó a su reconocimiento a nivel provincial. Su legado en este ámbito es recordado como una de las principales obras de su período como funcionaria municipal.

La trayectoria de Nadina Toledo de Viñas es un testimonio de una vida dedicada al servicio de la educación y la cultura. Su compromiso y dedicación han dejado una huella perdurable en la comunidad de Metán, y su nombre sigue siendo sinónimo de respeto y admiración en el ámbito docente y cultural de Salta. (Gemini 2.5 Pro, Google, 2025)

[2] Federico "Pueblo" Delgado: Un actor político activo en el escenario de Metán

En el espectro político de San José de Metán, Salta, emerge la figura de Federico "Pueblo" Delgado, un dirigente local que se desempeña como concejal y que ha buscado consolidar su presencia en el ámbito legislativo provincial. Para el año 2025, Delgado se mantiene como una figura activa en la estructura de poder político de gobierno local, ejerciendo su rol de edil en el Concejo Deliberante de Metán y habiéndose postulado como candidato a diputado.

La trayectoria política partidaria de Federico Delgado se encuentra ligada al Partido de la Victoria, espacio desde el cual ha construido su carrera política. Como concejal, ha impulsado diversas iniciativas que han generado debate público, entre las que se destacan propuestas para la realización de rinoscopias a funcionarios políticos y empleados municipales, así como proyectos para regular el uso de teléfonos celulares por parte de los trabajadores del municipio durante el horario de atención al público.

Su actividad no se ha limitado al ámbito legislativo municipal. Delgado ha sido un crítico vocal en temas de seguridad, particularmente en lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico en la región. Además, de cara a las elecciones, ha participado activamente en la construcción de su espacio político, presentando listas de candidatos a concejales y convencionales que responden a su línea interna dentro del Partido de la Victoria.

En su campaña para acceder a una banca como diputado provincial, enmarcada en el lema "Decisión 2025", ha hecho hincapié en la necesidad de una renovación en la política y ha enfocado su discurso en propuestas vinculadas a la seguridad y la transparencia en la gestión pública. Su apodo, "Pueblo", busca reforzar una imagen de cercanía con los ciudadanos y un compromiso con las problemáticas locales. (Gemini 2.5 Pro, Google, 2025)

[3] Fernando Soto Rolands: Historiador, Escritor y Custodio del Imaginario en el Proyecto Ucumar Metán. La figura de Fernando Soto Rolands es un pilar fundamental en la intersección entre la historia, la literatura y el estudio del imaginario popular en Argentina. Profesor en Historia por la Universidad Nacional de Mar del Plata, su trayectoria académica se ha caracterizado por una profunda inmersión en los horrores seculares, los enigmas culturales y las maravillas abandonadas que pueblan la memoria colectiva. Esta especialización lo ha posicionado como un referente en el estudio de la mitología y las tradiciones del norte argentino, un campo donde su trabajo cobra especial relevancia en iniciativas como el Proyecto Ucumar Metán.

Nacido en Buenos Aires en 1963, Soto Rolands residió durante más de veinte años en Mar del Plata antes de regresar a su ciudad natal. Su formación como historiador le ha dotado de las herramientas metodológicas para abordar fenómenos culturales desde una perspectiva rigurosa, pero su interés trasciende lo meramente académico para adentrarse en la fascinante dimensión de las creencias populares y lo inexplicable. Su prolífica producción como escritor es un testimonio de esta pasión, con obras que exploran mitos como el lobizón, las brujas y diversas criaturas del folclore, a menudo entrelazando la investigación histórica con el relato cautivador. Textos como "El lobizón de Carlos Casares" o sus exploraciones sobre el Cerro Uritorco y las leyendas de Quilino, demuestran su habilidad para desentrañar las capas de significado detrás de estas narrativas, revelando cómo el miedo, la curiosidad y la tradición oral configuran paisajes culturales únicos.

La conexión de Fernando Soto Rolands con el Proyecto Ucumar Metán es particularmente significativa. En el marco de la jornada sobre la puesta en valor de este proyecto, su rol como "inspirador de la película del Ucumar" subraya su influencia en la difusión y revalorización de esta leyenda. Su participación en el evento no solo aportó una perspectiva histórica y cultural invaluable, sino que también validó la autenticidad del mito del Ucumar en Metán. Soto Rolands enfatizó la "ventaja comparativa" de la localidad, destacando que, a diferencia de otros lugares que intentan "inventar sus mitos sin éxito", la leyenda del Ucumar en Metán posee una raigambre genuina y profunda. Esta autenticidad es, para él, un activo cultural inmenso, un elemento distintivo que puede ser capitalizado para el turismo y el fortalecimiento de la identidad local.

Su mirada como historiador del imaginario permite comprender que el Ucumar no es solo una criatura mítica, sino un componente vivo del patrimonio inmaterial de la región. Al destacar la importancia de esta autenticidad, Soto Rolands contribuye a legitimar las creencias populares y a integrarlas en un proyecto de desarrollo que busca generar valor agregado a través del turismo cultural. Su presencia en la jornada refuerza la idea de que los mitos y leyendas no son meras supersticiones, sino expresiones culturales complejas que merecen ser investigadas, preservadas y compartidas, sirviendo como anclaje para la identidad de un pueblo y como un poderoso atractivo para quienes buscan sumergirse en las profundidades de un imaginario único. (Gemini 2.5 Flash, Google, 2025)

[4] La Sinergia de la Ciencia y el Misterio: Fernando del Moral y el Proyecto Ucumar, identificado con los objetivos del Proyecto Juco

Fernando del Moral es un investigador argentino, director del "Proyecto Juco" (también conocido como "Proyecto Binacional Yaguajuco"), el cual se desarrolla en el noroeste de Argentina, específicamente en Salta y Jujuy, y en el sur de Bolivia. Este proyecto se centra en el estudio y la conservación del oso andino o "ucumar", la especie más austral del mundo. Fernando del Moral ha trabajado en este proyecto desde al menos 2011, realizando investigaciones para relevar la distribución de la especie y comprender sus posibilidades de supervivencia.

Como parte del proyecto, él ha participado en expediciones en la selva montana de Salta, junto a otros investigadores, para documentar y estudiar a los osos andinos. El "Proyecto Juco" ha contado con el apoyo de la Fundación Félix de Azara. Se han utilizado métodos como la recolección de datos de huellas, rasguños y heces, así como la colocación de cámaras-trampa.

La intersección entre la ciencia rigurosa y el misterio arraigado en la cultura popular de Metán encontró un puente fundamental en la figura de Fernando del Moral, biólogo reconocido como el experto de mayor conocimiento sobre el oso andino en Sudamérica. Su participación en el Proyecto Ucumar Metán, solicitada por sus impulsores con el fin de despejar las recurrentes dudas que comparaban al enigmático Ucumar con el oso de anteojos, no solo aportó claridad biológica, sino que también validó la metodología de "ciencia ciudadana" del equipo local, anclada en la filosofía de su propio y pionero Proyecto Juco.

Fernando inició su intervención con una elocuente muestra de gratitud y reconocimiento hacia el equipo del canal "UCUMAR, Metan (Salta)", destacando la "loable" tarea de investigación que llevaban a cabo, su arraigo a la zona, su labor de conservación y el esfuerzo por "desentrañar aspectos culturales" y sociológicos del Ucumar. Subrayó la importancia de "romper con cierto sectarismo" y abrir un debate sobre estas cuestiones, valorando la "ciencia ciudadana" y la recolección de datos sobre la estacionalidad, ubicación y testimonios, a cerca del oso andino, que consideró "muy valiosos".

El propósito central de su participación era diferenciar al oso andino del Ucumar, una confusión común que el equipo de Metán buscaba aclarar para sus suscriptores. Fernando, con su vasta experiencia de campo, proporcionó distinciones cruciales:

Comportamiento y Desplazamiento: Mientras que el oso andino es un animal "uraño" y no agresivo que se desplaza usualmente de forma cuadrúpeda y, aunque puede pararse, "no va a correr" en dos patas, el Ucumar es descrito por los testigos con un "andar bípedo permanente" y con agresividad solo hacia los cazadores, no hacia personas comunes.

La relación de Fernando del Moral con el Proyecto Ucumar en Metán se ancla profundamente en la filosofía y experiencia de su propio Proyecto Juco. En una entrevista reciente destacó que el Proyecto Juco, al igual que el Ucumar, se construyó con un "mayor arraigo" y "articulación con la gente en el campo", priorizando esto sobre los "académicos cerrados". Abogó por una ciencia "libre" y sin "sectarismo", que valora y respeta el "conocimiento empírico" de los pueblos indígenas.

El Proyecto Juco, a lo largo de sus más de 17 años, ha derivado en la "defensa territorial de las comunidades indígenas" y la protección de su cultura, más allá de la mera investigación del oso. Esta visión se alinea con el enfoque del Proyecto Ucumar, que no solo busca pruebas fácticas, sino que también aborda la temática desde los aspectos culturales y sociológicos. Del Moral incluso sugirió que los datos recolectados por el equipo de Metán son valiosos para una futura publicación, destacando su riqueza en estacionalidad, ubicación, y el amplio rango etario y tipo de personas entrevistadas.

La disposición de Del Moral a considerar los testimonios disruptivos y su crítica a los abordajes irrespetuosos de otros reportes del Ucumar, reflejan su convicción de que la ciencia debe ser abierta y receptiva a las evidencias, incluso si contradicen lo previamente establecido. Esto fue especialmente apreciado por el equipo de Metán, que buscaba una voz experta que no estuviera "cerrada en lo que estudió y nada más". Su intervención es un pilar fundamental para el Proyecto Ucumar Metán, no solo por su experto discernimiento entre el oso andino y el ser del Ucumar, sino por la validación que su trayectoria y la filosofía del Proyecto Juco otorgaron a una investigación nacida de la "ciencia ciudadana" y el profundo respeto por la cultura y el conocimiento local. Su visión refuerza la idea de que la verdad sobre el Ucumar debe buscarse desde una perspectiva integral, donde el rigor científico coexiste armónicamente con la riqueza de los relatos y la sabiduría de las comunidades, trascendiendo prejuicios y sectarismos académicos. (UCUMAR, Metan(Salta). (2025, 15 de julio).)

[5]  Fernando Pequeño Ragone: Un Pensador Crítico en las Ciencias Sociales de Salta, Explorando el Ambiente, las Masculinidades y la Política. Fernando Pequeño Ragone es un referente académico y pensador crítico en el ámbito de las ciencias sociales en Argentina, especialmente en lo que respecta a la provincia de Salta. Su trayectoria, profundamente anclada en la Antropología, se distingue por una formación rigurosa y una producción intelectual que abarca temas de gran relevancia contemporánea.

Su formación inicial en Antropología en la Universidad Nacional de Salta (UNSa) sentó las bases para una perspectiva etnográfica que, con el tiempo, se desplegó en diversos campos de investigación. Esta formación no solo le proporcionó las herramientas teóricas y metodológicas de la disciplina, sino que también lo conectó con la realidad social y cultural de su entorno, un elemento que se hace patente en toda su obra.

Uno de los ejes centrales en la producción de Pequeño Ragone es su reciente interés, enfoque y trabajo sobre el ambiente. Desde una perspectiva antropológica, aborda las complejas relaciones entre las sociedades y sus entornos naturales, analizando las formas en que las comunidades perciben, utilizan y se apropian del espacio, así como los conflictos y las negociaciones que surgen en torno a los recursos y las políticas ambientales. Sus textos sobre esta temática se alejan de una visión puramente tecnocrática, para adentrarse en las dimensiones culturales, simbólicas y políticas de la cuestión ambiental, revelando las múltiples tensiones que atraviesan a las comunidades locales.

Otro campo de investigación fundamental en su trayectoria es el de las masculinidades. En sus escritos, Pequeño Ragone desmantela la idea de una masculinidad monolítica, explorando las diversas formas en que los hombres construyen sus identidades en contextos específicos. Analiza cómo las normas de género, las prácticas sociales y las estructuras de poder influyen en las vivencias de los varones, ofreciendo una mirada crítica y reflexiva sobre las dinámicas de género y sus implicaciones en la vida cotidiana.

Finalmente, su interés se extiende a las instituciones políticas y las formas de gobierno. En este ámbito, su análisis se centra en las lógicas de poder, la construcción del Estado y las prácticas clientelares, a menudo a través de la lente de la antropología política. Sus textos exploran cómo las instituciones se materializan en el plano local, cómo son vividas y negociadas por los actores sociales, y cómo se configuran las relaciones entre el Estado, la ciudadanía y las élites políticas.

La obra de Fernando Pequeño Ragone se caracteriza por una mirada interdisciplinaria y un compromiso con el análisis de los problemas sociales de su tiempo. Su formación en Antropología le ha permitido abordar con profundidad temas tan diversos como el ambiente, las masculinidades y la política, dejando un legado de textos que invitan a la reflexión crítica y a la comprensión de las complejidades de la sociedad salteña y argentina en general.  (Gemini 2.5 Flash, Google, 2025)

Un encuentro y panel de expertos sobre el Ucumar buscó poner en valor el patrimonio cultural de Metán en torno a los mitos y leyendas de la comunidad local con énfasis en la gestión del patrimonio por parte de la misma comunidad.

Fue en la Casa de la Cultura de Metán y contó con la participación de medio centenar de personas por la tarde noche. Estuvo organizado por e...