viernes, 25 de abril de 2025

Nuevo Director Regional NOA de Parques Nacionales

Los ulitmos días de febrero nos presentamos institucionalmente con el nuevo director. La semana pasada recibimos nota informativa sobre el cambio, desde la Secretaría de Prensa de la DRNOA APN. 


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A mediados de Enero pasado se produjo un cambio en la conducción en la línea administrativa de la Dirección Regional NOA de la APN. El abogado Ignacio Frezze Durand reemplazó en la gestión a la ingeniera agrónoma María Elena Sánchez. La Jefatura de la línea operaciones, Sergio Valdecantos, se mantiene. Desde Asoc Ragone le dimos la bienvenida y nos acercamos a conocelo. El link resume el encuentro entre representantes de la Asociación Ragone, encabezados por su presidente Fernando Pequeño Ragone, y el nuevo director de la Dirección Regional NOA de la APN, Ignacio Frezze Durand. La conversación se centra en la situación del Parque Nacional El Rey, abordando la falta de conocimiento del territorio por parte de funcionarios centrales, la necesidad de una organización social local que apoye la gestión del parque, y los problemas con la financiación y la falta de información sobre proyectos de infraestructura. Fernando Pequeño Ragone, con una conexión familiar centenaria con la zona y experiencia en la ONG Miguel Ragone, se presenta como un interesado en el desarrollo y la conservación del territorio, buscando un equilibrio entre ambos y diferenciándose de visiones más tradicionales.


Nota de la secretaría de prensa DRNOA APN recibida en la institución.  

Desde la Dirección Regional NOA de la Administración de Parques Nacionales, nos complace informar, que recientemente fue nombrado por Resolución de Vice Jefatura de Gabinete del Interior, dependiente de la Jefatura de Ministros de la Nación, como nuevo Director Regional, el Abogado Ignacio Martín FREZZE DURAND, quien a partir del presente acto administrativo asume formalmente la importante función de coordinar la Dirección Regional NOA (DRNOA), ubicada en calle Santa Fe 23 de la ciudad de Salta.

La DRNOA es una dependencia técnica regional, integrante y dependiente de la Dirección Nacional de Conservación de Parques Nacionales, con la responsabilidad primaria de entender en la planificación, formulación y aplicación de políticas y estrategias de conservación y uso público de las Áreas Naturales Protegidas Nacionales, en la región Noroeste del país,  abarcando los aspectos de investigación científica, manejo y monitoreo de recursos naturales y culturales, planificación estratégica, informes de impacto y de daño ambiental, desarrollo, promoción y planificación del uso sustentable, interpretación y recreación, como así también políticas de vinculación integral con las diferentes poblaciones que habitan en las áreas protegidas o en sus zonas de amortiguamiento.

Desde la Dirección Regional NOA de Parques Nacionales, quedamos a disposición para continuar acciones ya articuladas oportunamente con su institución/repartición, o bien iniciar nuevos proyectos conjuntos, en beneficio de la conservación de ambientes y del desarrollo sustentable de las diferentes poblaciones en cercanías de los espacios  naturales protegidos, como así también abordar acciones que tiendan a fortalecer espacios  de  capacitación de los equipos técnicos y articular redes de trabajo interinstitucional.

                                                     Saludos cordiales



Gabriel López Sosa 
Dirección Regional NOA
Prensa y Comunicación Institucional
Administración de Parques Nacionales
Ciudad de Salta - Santa Fe 23
Correo: glopez@apn.gob.ar  - 387 - 5 - 553100 (particular)
parquesnacionales.gob.ar

jueves, 24 de abril de 2025

Reserva Nacional Pizarro: Un Territorio Complejo entre Conservación, Comunidades y Desafíos Históricos

Estuvimos presentes en la discusión para la construcción del Plan de Gestión de la Reserva Nacional Pizarro, organizada por la DRNOA de la APN Salta. 

La Reserva Nacional Pizarro, formalmente creada en 2015 pero gestionada por Parques Nacionales desde 2009, emerge de un contexto marcado por conflictos territoriales y la desafectación de una reserva provincial previa. Su singular configuración, dividida en múltiples lotes y con una forma irregular, alberga una diversidad de actores, incluyendo comunidades criollas reubicadas y la comunidad Wichí, cuyo asentamiento en la reserva fue una decisión con implicaciones socioculturales a largo plazo. La historia de Pizarro está intrínsecamente ligada a tensiones entre visiones de conservación y desarrollo, así como a desencuentros jurisdiccionales entre la nación y la provincia, dinámicas que aún influyen en el panorama político actual. La planificación de su gestión se presenta como un proceso complejo, influenciado por la categoría de Reserva Nacional –que permite ciertas actividades productivas–, la ausencia de un plan de gestión formal durante sus primeros años y la necesidad de construir una participación social genuina en un contexto político nacional cambiante. Este taller diagnóstico busca abordar esta intrincada realidad, identificando valores de conservación prioritarios y los desafíos clave para la construcción de un plan de gestión efectivo y participativo para la Reserva Nacional Pizarro.

Participantes en el taller

El documento resume las discusiones en el taller para el plan de gestión de la Reserva Nacional Pizarro en Salta, Argentina. La reserva enfrenta desafíos por su conflictiva creación, configuración territorial compleja, presencia de pobladores (incluida la comunidad Wichí) y tensiones entre conservación, desarrollo y jurisdicciones. El taller buscó un diagnóstico compartido y una visión a futuro con participación de diversos actores.  

Contexto y Antecedentes

La Reserva Nacional Pizarro se creó en 2015, pero Parques Nacionales la gestiona desde 2009. Su origen está en la decisión de la provincia de desafectar la Reserva Provincial Lotes 32 y 33 para desarrollo vial, lo que generó oposición e intervención nacional. Parques Nacionales compró solo un tercio de la reserva provincial original, ya que gran parte había sido desmontada. La provincia reubicó a pobladores criollos, y Parques Nacionales asentó a la comunidad Wichí en una parte de la reserva, lo que se considera una decisión compleja por la cultura nómada de esta comunidad. La historia de Pizarro presenta tensiones entre el gobierno nacional y provincial y entre visiones de conservación y desarrollo.  

Reserva Nacional vs. Parque Nacional

La Reserva Nacional difiere del Parque Nacional. Las reservas nacionales permiten actividades productivas, a diferencia de los parques nacionales, que tienen restricciones más estrictas. Pizarro se designó como Reserva Nacional por la presencia de pobladores, especialmente la comunidad Wichí.  

Planificación de la Gestión

Históricamente, los planes de gestión de los parques se generaban internamente. Los planes modernos buscan ser más participativos, considerando las necesidades de las poblaciones locales. La elaboración de los planes suele ser un proceso largo, lo que puede retrasar la gestión efectiva. Para Pizarro, se propuso un proceso de seis meses, que incluye talleres de diagnóstico. Los planes de gestión suelen proyectarse a 6-10 años, pero para áreas complejas como Pizarro, se considera que 10 años pueden ser un horizonte muy largo. Los niveles de planificación de Parques Nacionales incluyen el Plan de Gestión Institucional, los Planes de Gestión de Áreas Protegidas y los Planes Operativos Anuales (POA).  

Participación Social

Parques Nacionales busca una mayor participación de las comunidades locales en la gestión. Sin embargo, aún no se ha logrado un marco formal para la participación de los pobladores internos, y las decisiones a menudo entran en conflicto con sus economías familiares. Se reconoce que ha habido "pseudoparticipación" influenciada por intereses políticos. En Pizarro, tanto el gobierno como Parques Nacionales han tomado decisiones por grupos que no siempre pudieron decidir por sí mismos. El desafío actual es construir una participación más genuina, reconociendo las deficiencias pasadas. El contexto político actual plantea la intervención privada individual, lo que dificulta la participación colectiva. Se subraya la importancia de considerar las perspectivas y necesidades de las poblaciones involucradas en la gestión de la reserva.  

Características de la Reserva Nacional Pizarro

La Reserva Nacional Pizarro tiene 7837 hectáreas y una forma irregular. Se divide en cuatro lotes: el Lote 1 (comunidad Wichí), el Lote Conductor, el Lote 3 y el Lote 7. Limita con zonas desmontadas, lo que afecta la conectividad de los ecosistemas. Los límites con Jujuy no están claros, y Salta no reconoce completamente el área. Se considera que la superficie de la reserva es insuficiente para la dinámica ecosistémica a largo plazo, lo que requiere una gestión que trascienda sus límites.  

Valores de Conservación y Objetivos

El objetivo general es conservar un área de transición entre las Yungas y el bosque chaqueño. Se critica la falta de reconocimiento del Pedemonte como unidad biogeográfica distinta. Los elementos específicos a conservar incluyen el ambiente de Chaco Serrano y Chaco de Llanura, zonas de conectividad, especies amenazadas y elementos culturales de las comunidades Wichí y criollas. Se reconoce la importancia de la conectividad y la biodiversidad. Se han realizado investigaciones en el área, principalmente sobre biodiversidad. Además de la cultura viva, se reconoce una "troja" (estructura cultural) deteriorada.  

Documentos Clave

Los documentos clave para la creación y gestión previa incluyen "Desmontizando", el Informe de la Secretaría de Ambiente de Salta (2002), el Informe de Fundación Vida Silvestre, Provincia y Parques (2010) y el Plan Estratégico para la Gestión Territorial Integrada (AGPI) Pizarro (2011-2015). Este último, un plan de manejo participativo, nunca fue implementado formalmente por Parques Nacionales.  

Dinámica del Taller

El taller de diagnóstico se dividió en dos partes: en Salta con especialistas y en Pizarro con la comunidad local. Las actividades en Salta incluyeron la definición de valores de conservación, el análisis de su viabilidad, la identificación de problemas y amenazas, y la construcción de una visión compartida.  

Desafíos Clave

El taller identificó desafíos clave como la convivencia conservación-desarrollo, la participación genuina, el contexto político, la configuración territorial, la interjurisdiccionalidad, la situación de la comunidad Wichí, el reconocimiento biogeográfico, la implementación de planes y la evaluación y el monitoreo.  

Temas y Valores Identificados

La discusión abarcó valores relacionados con la conservación, la gestión y el entorno socioeconómico.  

Valores Priorizados

Se priorizaron el agua, el bosque pedemontano, la biodiversidad, el atributo social/comunidades locales y la conciencia ambiental.  

Otros Temas

Se discutieron la gestión del área, las amenazas, la zona de amortiguación, las estrategias de conservación, el papel de los profesionales locales y las dinámicas socioeconómicas y culturales.  

Valores Priorizados y Desafíos

Se analizaron valores como la comunidad Wichí y los recursos culturales, los recursos del bosque, la biodiversidad, las cuencas hídricas, la conectividad y el potencial de aprendizaje.  

Determinación de Valores Clave

Se enfatizó la necesidad de determinar atributos medibles para evaluar la viabilidad de los valores.  

Discusión en Grupo

Se discutieron los atributos de la cuenca hidrográfica y los recursos maderables y no maderables, evaluando su estado actual y tendencias.  

Próximos Pasos

Los próximos pasos incluyen talleres en Pizarro, procesamiento de información, elaboración de estrategias, definición de mecanismos de evaluación, formulación del plan, validación de valores, identificación de amenazas, desarrollo de estrategias de gestión, definición de la zona de amortiguación, fortalecimiento de la participación y exploración de proyectos productivos y de conservación.   


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miércoles, 2 de abril de 2025

El Parque Nacional El Rey como Arena de Conservación: Un Enfoque Antropológico y de Género

El Parque Nacional El Rey (PNER) y su microrregión circundante se presentan como un escenario paradigmático donde la conservación ambiental se entrelaza intrínsecamente con dinámicas sociales, económicas y políticas complejas. Lejos de ser un espacio aislado de aplicación de normativas burocráticas, el PNER emerge como una "arena de la conservación", un campo de batalla donde diversos actores, con intereses y visiones normativas a menudo contrapuestas, disputan la gestión territorial y el futuro de los ecosistemas.


La historia de transformación de la región, desde una estancia productiva hasta un área protegida en medio de una expansión agropecuaria intensiva, genera tensiones inherentes que definen esta arena. La Ley de Bosques, si bien representa un marco legal crucial para la protección forestal, se enfrenta a los desafíos de su implementación en un contexto de fuertes presiones económicas. En este sentido, el Plan de Gestión del PNER busca navegar entre la "protección estricta" de ecosistemas valiosos y el fomento del "uso sostenible", reconociendo que ambas aproximaciones son en sí mismas construcciones políticas y sociales.

Comprender esta compleja realidad requiere un análisis que involucre la diversidad de actores sociales presentes en la región: desde la Administración de Parques Nacionales y otros organismos estatales, hasta organizaciones de la sociedad civil, la población local con sus diversas aspiraciones, y los "finqueros" con sus variadas tipologías e intereses frente a la conservación. La investigación propuesta adopta una perspectiva autoetnográfica, reconociendo la posición del investigador como parte del territorio, buscando una comprensión profunda de las dinámicas locales.

Un aspecto particularmente innovador de este abordaje es la incorporación de una perspectiva de género, con un foco en las masculinidades. Se busca explorar cómo las concepciones de masculinidad influyen en la relación con el ambiente, contrastando modelos hegemónicos ligados a la explotación con la emergencia de masculinidades alternativas y sostenibles. La inclusión de la experiencia de los hombres gays en la ruralidad ofrece una lente reveladora sobre cómo se reconfiguran las identidades y se impulsan prácticas innovadoras en la conservación y el desarrollo. Al desafiar las normas heteronormativas y los roles de género tradicionales, estos actores demuestran que la diversidad sexual puede ser un motor de transformación hacia territorios más inclusivos y ambientalmente responsables.

En definitiva, el estudio del Parque Nacional El Rey a través de la antropología de la conservación y con una mirada sensible a las dinámicas de género, incluyendo las masculinidades, nos permite desentrañar las múltiples capas de conflicto y colaboración que dan forma a esta importante área protegida. Comprender las diferentes perspectivas, los intereses en juego y las formas en que se construyen las relaciones con el territorio es fundamental para avanzar hacia estrategias de gestión y desarrollo que sean verdaderamente sostenibles y socialmente justas.




Un encuentro y panel de expertos sobre el Ucumar buscó poner en valor el patrimonio cultural de Metán en torno a los mitos y leyendas de la comunidad local con énfasis en la gestión del patrimonio por parte de la misma comunidad.

Fue en la Casa de la Cultura de Metán y contó con la participación de medio centenar de personas por la tarde noche. Estuvo organizado por e...